Uno de los materiales protagonistas de la arquitectura minimalista es el vidrio. Antiguamente las ventanas eran pequeños huecos cuya función era ventilar e iluminar el interior de las casas pero actualmente las ventanas tienen un papel fundamental pues ya no son “pequeños huecos” sino grandes aberturas al exterior.
El abrirnos de esta manera al exterior implica que lo exterior entra a formar parte del interior de nuestra vivienda, así que cuanto más bello sea el entorno más disfrutaremos de nuestras vistas. Gracias a ello diseñarnos nuestro propio jardín, a nuestro gusto, nos permitirá aprovecharnos de él tanto fuera como dentro de la casa.
En CASAS KUBERA, como ya sabes, tenemos dos líneas de diseño de casas: una rústica y otra minimalista. En la línea rústica no se suelen emplear grandes ventanales pero igualmente podremos disfrutar del ambiente de un bonito jardín.
Hoy hablaremos de los jardines que más sintonizan con los modelos de casa minimalista y estos son, por supuesto, los jardines minimalistas. Estos jardines poseen las mismas características que la arquitectura minimalista: diseño con líneas simples y sencillas.
La jardinería es un arte y una filosofía, la sencilla filosofía de que el hombre y la naturaleza deben vivir en armonía.
En el Feng Shui, los sabios llegaron a la conclusión de que había elementos, como las piedras, el agua, los caminos y una cantidad de flores, plantas y árboles que contribuían a canalizar y promover la energía para beneficio de sus habitantes.
El famoso paisajista Christopher Bradley-Hole demuestra cómo los mejores jardines son aquellos que se relacionan del modo más cuidadoso al mismo tiempo con la casa a la que están asociados y con el paisaje en el que se sitúan.
Si vemos la evolución de los jardines vemos que el minimalismo es la continuación de una tendencia que recorre la jardinería occidental y oriental, siendo ésta de la que más elementos recoge. En el jardín minimalista y en el jardín Feng Shui los factores clave son el equilibrio y la armonía, independientemente del tamaño y la situación.
El equilibrio y la armonía solo se consiguen si se presta una escrupulosa atención al detalle. La clave es procurar que todo parezca lo más natural posible. Ni las plantas que se cultiven ni los adornos con los que se decora tienen que parecer forzados.
Un elemento fundamental del equilibrio es la combinación de las formas y los tamaños de las plantas de modo que ningún elemento o grupo destaque por encima de los demás.
La sutileza que implican unos cuantos colores delicados y la abundancia de hojas verdes conducen mucho mejor la energía. Estos jardines no están atiborrados de cosas por lo que hay que distribuir con cuidado algunas flores, plantas y árboles que se complementen y donde hay espacio para otros elementos como el agua o las piedras.
En general se utiliza mucho la simetría en las formas aportando por ello orden a la vez que sensación de amplitud. Todo ello hace que sea más fácil el mantenimiento de dichos jardines.
Los materiales típicos del jardín minimalista son los suelos de madera, las gravas de distintas texturas, piedras, puentes, mobiliario de madera, esculturas de metal abstractas o combinaciones de distintos objetos para formar grupos escultóricos y el agua para introducir el sonido relajante.
Y en general las plantas que más se utilizan son plantas de lento crecimiento siendo los setos de boj o de tejo los ideales para reducirlos a formas geométricas.
Una de las plantas más utilizada en este tipo de jardines es el bambú, que aporta estructura y refleja y filtra la luz
Les deseamos buena suerte y que disfruten mucho diseñando y cultivando su propio jardín minimalista!!!